viernes, 31 de julio de 2009
Sentado a media sala con el foco medio prendido; el aliento a concharra y la voz ronca de cocodrilo sediento.
Esperaba sin prisas, aguardando, tanteando el ambiente, midiendo la velocidad del viento tras cuatro ventanas cerradas. El par de aves cagando la mañana, la madrugada espera de cinco palabras: Eres la hija de nadie.
Sonreía sin mostrar los dientes verdosos y enlamados, tarareaba melodías infantiles, la muñeca fea y su repertorio de Gavilondo Soler.
Nada como un respiro, saber que no había pertenencia, ni cuna, ni nombres o apellidos; podía ser hija de nadie, del silencio, del teporocho, de la piruja o del destino. Nada más reconfortante que las páginas se cristalicen para convertirse en alguien que camina y habla, que me protesta hedores, que grita argumentos de otros, historias de otros, rezos de otros. Encomiéndome a Dios, pum! latigazos, pum! patadas, taz! golpes en el rostro, plaz! me desplomo. Rodo hasta sus pies. Llora en silencio, me abraza desde el cuello y susurra: eres hija de nadie: ya no te pertenezco.
viernes, 24 de julio de 2009

martes, 14 de julio de 2009

viernes, 3 de julio de 2009
Los días de julio provocan urticarias en mi; en la entrepierna, en las manos grises, en mi sexo. Hay algo de mi que me detiene la partida, que promete cosas absurdas y sin embargo le cree.
El pecho se abulta al escuchar las letras de su temido nombre, la respiración amoratada, asmática, febril.
Renombro el pasado, le desgajo las ropas, le muerdo los huevos, me lo cojo violento y despacio.
El mes que surgió de pronto, como si de la nada se formara nada, restos de días a destiempo.
Los pezones robándose las soledades de las gárgolas etéreas.
Las amapolas saboreando lealtades sombrías; jadeando porque se acaben los días.
Julio es un mes que llora, que engaña con vida, con la cábala, con el sueño, con los ríos verdes, con la felicidad fingida, con el abandono y el desamor.
Redimida de la historia acabada, de la angustia sometida, del rostro temido.
Soy un mes de renuncias, un año con respirador artificial.
Julio apesta porque en él resuena el día en que nací.