jueves, 10 de diciembre de 2009

Hay temporadas o dolores o tristezas que van haciendo cayito y uno piensa que ya se fueron; luego vienen las temporadas decembrinas y esas cosas que uno creía olvidadas, salen y le van cobrando a uno poco a poco las mentadas de madre, los desaires, que si hiciste, que si dijiste y uno termina por joderse.

Pero también hay días en los que las esferas y los arbolitos de la Navidad y el pensar en los preparativos y que si las sorpresas, le devuelven a uno parte de lo que fue. Somos en todo caso parches de varias vidas, frases que alguien alguna vez guardó en un buró, fuimos recortes como los que hace la Bisa Tere, somos entonces las sonrisas que Daniel encapsulará en su corazón, en su pecho y yo tatuaré con letras góticas su nombre, así jamás dejaremos de ser una piel. Bonito regalo de Navidad tendremos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Quisiera corromper tu boca cocodrilo con despertares lisérgicos...

miércoles, 9 de septiembre de 2009


A veces me convenzo de que la vida vista desde mis miopes ojos, es más podrida que la real. A veces no.

viernes, 31 de julio de 2009

La 1:30 y en espera.
Sentado a media sala con el foco medio prendido; el aliento a concharra y la voz ronca de cocodrilo sediento.
Esperaba sin prisas, aguardando, tanteando el ambiente, midiendo la velocidad del viento tras cuatro ventanas cerradas. El par de aves cagando la mañana, la madrugada espera de cinco palabras: Eres la hija de nadie.
Sonreía sin mostrar los dientes verdosos y enlamados, tarareaba melodías infantiles, la muñeca fea y su repertorio de Gavilondo Soler.
Nada como un respiro, saber que no había pertenencia, ni cuna, ni nombres o apellidos; podía ser hija de nadie, del silencio, del teporocho, de la piruja o del destino. Nada más reconfortante que las páginas se cristalicen para convertirse en alguien que camina y habla, que me protesta hedores, que grita argumentos de otros, historias de otros, rezos de otros. Encomiéndome a Dios, pum! latigazos, pum! patadas, taz! golpes en el rostro, plaz! me desplomo. Rodo hasta sus pies. Llora en silencio, me abraza desde el cuello y susurra: eres hija de nadie: ya no te pertenezco.

viernes, 24 de julio de 2009




Hoy el tarot está muy positivo. Siento que me equivoqué de signo.
Me gustan esas cosas de señora frígida, el tarot, las recetas de cocina, los chismes de seudoartistas.....¿Estaré mal? ¿estaré mal por pensar que el tarot es demasiado positivo? ¿Qué hay del secreto que guardo tanto?....nah, desde hoy me pondré a leer las noticias de la semana, las runas también....la numerología....que rica es la cultura....


¿Estaré mal?

martes, 14 de julio de 2009


A esta hora de hace veintiseis años mi madre estaba pujando en una sala llena de foquitos y mucha gente metiche viendole el asunto. Ahí venía una cabeza sin pelo y por lo que dijeron los médicos, una niña de diez. Si, si, nací siendo una niña de diez. Exactamente nací bajo el signo de Cáncer y desde entonces todos los cumpleaños los he pasado con lluvia. La lluvia me arrastra los quejumbres y me hace bailar, por lo menos en este día. y vámonos! a "tagal patel".....

viernes, 3 de julio de 2009

(...)Polvo de oro en tus manos fue mi melancolía
sobre tus manos largas desparramé mi vida;
mis dulzuras quedaron a tus manos prendidas;
ahora soy un ánfora de perfumes vacía.
Alfonsina Storni



Los días de julio provocan urticarias en mi; en la entrepierna, en las manos grises, en mi sexo. Hay algo de mi que me detiene la partida, que promete cosas absurdas y sin embargo le cree.
El pecho se abulta al escuchar las letras de su temido nombre, la respiración amoratada, asmática, febril.
Renombro el pasado, le desgajo las ropas, le muerdo los huevos, me lo cojo violento y despacio.
El mes que surgió de pronto, como si de la nada se formara nada, restos de días a destiempo.
Los pezones robándose las soledades de las gárgolas etéreas.
Las amapolas saboreando lealtades sombrías; jadeando porque se acaben los días.
Julio es un mes que llora, que engaña con vida, con la cábala, con el sueño, con los ríos verdes, con la felicidad fingida, con el abandono y el desamor.
Redimida de la historia acabada, de la angustia sometida, del rostro temido.

Soy un mes de renuncias, un año con respirador artificial.
Julio apesta porque en él resuena el día en que nací.

martes, 30 de junio de 2009

Despedidas...


Ya se van y yo no tengo nada que decir. Quizá que tengo veinte lágrimas guardadas porque ya era mucho el moco derramado, pero sería muy pretencioso.

Dicen que están felices donde están. No lo dudo. Si pudiera yo también hubiera elegido a unos padres italianos con baro y un perro llamado Artu. Ya no se pudo. Crecí con un padre medianamente guapo, muy inteligente y alcohólico; una madre poco cariñosa con deseos de suicidarse con rosquillas de chocolate. Que le va a hacer uno. Así es la vida, ¿no?. ¿Que cuanto tiempo queda? Un par de meses, pero no los veremos. Solamente habrá una despedida muy mona, con invitados que tengan cara de estreñidos por aquello de aguantarse la chilladera. Así es esto de los enganches emocionales, ¿que no?. Así duelen las despedidas. Al carajo con los duelos, yo no tengo nada que decir.

jueves, 25 de junio de 2009





Remembrar lo desmembrado...

martes, 23 de junio de 2009

Extraño esperarte en chapultepec, afuera de la librería. Llegar y sentir ese aroma tuyo, tan mío ahora. Besarnos con los labios entreabiertos y soñar despiertos.
Recuerdo las sábanas que escribiste para mi, para que nunca más tuviera terrores nocturnos.
Hace 2 años que no dormíamos tan juntos, tan abrazados, tan en el pasado, como cuando a escondidas en tu casa lo hacíamos, cuando despertábamos suspirando palabras de amor. ¿Recuerdas las canciones? Tantas que susurramos mientras bailábamos en las noches.
Ahora con los cambios y las mudanzas no sé donde están las sábanas o las cartas o los textos.
Sé que cada mañana pienso en una frase para ti, para él, para la vida y que me la callo, "no quiero que esto acabe" me digo cien veces.
Extraño beber junto a ti hasta perderme, pero me gusta mas saberte sobria, pensante, como la mujer de tu vida y tú como el hombre de todas las mías. Extraño tu nombre escrito en las líneas de mi mano: Oscar.

miércoles, 17 de junio de 2009

Contractura en uno de los cuellos. El primero que me sirve para sostener una cabeza que a veces no es mía; el otro para recordarme que soy parte de algo todavía, de un cuerpo. No distingo bien cual es el que duele. Bebo más agua. No tengo una taza limpia para preparar café, todas tienen hongos al fondo y últimamente el sabor ha sido mas fuerte. La mente engaña, duele, llora, pide líquidos para sentirse viva. Mi mente está nublada, recuerda gritos, lloriqueos, la imagen de Daniel corriéndome encima, llamándome mamá y yo cada vez mas lejos de la cordura. No sé que me mantiene en pie, que me lleva a hablar con la gente, sonreírle con una mueca sardónica, decir algunas palabras subrayadas, como sacadas de algún salmo o una revista de mujeres.
Daniel ha venido a salvarme pero no quiero crucificarlo, mas bien me gustaría poder ser capaz de cuidarle, de bañarlo o cantarle una canción, de recordar juntos el día. Pero mi mente se va esparciendo y solo me quedan los destellos y la maldita contractura de uno de mis cuellos, no quiero escuchar nada, no quiero comer o beber. Luego me encuentro llorando. Creo que el trastorno ha vuelto y no recuerdo la sustancia que me hace falta. La imagen de Daniel como salvador de su madre hecha una madeja de tripas, hecha una mierda.

viernes, 12 de junio de 2009



Mary ha sido testigo de 2 muertes violentas. La de su hermana y la de su hija menor. Dice que el día que le mataron a Lucecita, ella le había comprado su primer muñeca: "siempre jugaba con cartones o clavitos, nunca había tenido una muñeca". No supe que decirle. El estómago se me lleno de lágrimas. Sentí naúseas y le pedí salir un momento "porque iba por agua". No pude hablar más, escucharla mejor dicho. Estuve con fiebre gran parte de la noche. Me dormí y por la mañana abracé muy fuerte a Daniel; le susurré algo y después lo vi dormir.